El objetivo de esta investigación fue comparar dos tipos de manejo del agrosistema para la producción de Agave tequilana Weber var. azul en el municipio de Tequila, Jalisco con base en las prácticas agroecológicas realizadas por los productores en el agrosistema tradicional con policultivo (ATP) y en el agrosistema convencional con monocultivo (ACM).
Se aplicó una encuesta a 25 productores del ATP y a 25 productores del ACM en 2015. Ocho prácticas del cultivo fueron consideradas: 1) intercalado de cultivos (policultivo); 2) incorporación de materia orgánica al suelo por pastoreo de ganado; 3) Plantación de agave en curvas a nivel; 4) obras de conservación de suelo y agua; 5) rotación de cultivos; 6) descanso de tierras; 7) escalonado de las edades de las plantas de agave; y 8) disminución de la aplicación de herbicidas. Los resultados muestran que los productores realizan más prácticas agroecológicas en el ATP que en el ACM. Las prácticas de intercalado de cultivos y rotación de cultivos fueron las prácticas que tuvieron diferencias más significativas entre el ATP y el ACM. Se generó el índice de prácticas agroecológicas en Agave tequilana (IPAAT) con el número de prácticas agroecológicas. La mayor parte de los ACM (60%) se clasificaron con un nivel medio de IPAAT (3 a 4 prácticas agroecológicas) y la mayoría de los ATP (72%) alcanzaron un nivel de IPAAT de alto o muy alto (5 a 7 practicas). La conclusión es que el ATP tiende a ser más sustentable que el ACM porque tiene un IPAAT mayor.
Introducción
El sistema agrícola dominante en el paisaje agavero del municipio de Tequila es el monocultivo de Agave tequilana Weber var. azul, que se caracteriza por un alto grado de intensificación de prácticas de cultivo, extensas superficies cubiertas por agave, alteración de diversos ecosistemas, efectos negativos en la biodiversidad e incertidumbre en la comercialización de la producción de agave azul (Valenzuela, 2003; Suárez, 2011; Hernández, 2014).
En la región sur del estado de Jalisco, Zizumbo et al. (2013) reportan que la expansión de monocultivo de agave generó erosión del suelo, contaminación y desplazamiento de cultivos alimentarios tradicionales, que amenaza la biodiversidad agrícola en la zona centro-oeste y sur del estado (Vargas et al., 2007). Santacruz et al. (2008) señalan que el monocultivo provoca serios problemas fitopatológicos debido al ciclo biológico largo del Agave tequilana.
En el municipio de Tequila, se realizan dos formas de manejo del sistema agrícola agave (Ceja et al., 2011): a) agrosistema convencional en monocultivo (ACM) caracterizado por: el uso del suelo dedicado exclusivamente al cultivo Agave tequilana, toda la producción de agave es para la venta, terrenos mayormente planos, cultivo mecanizado, mano de obra mixta (familiar y contratada), esta última a cargo principalmente de las tequileras; y b) agrosistema tradicional con policultivo (ATP) en el que los productores realizan prácticas agrícolas tradicionales que intercalan maíz y frijol. Se ha documentado que el agave es intercalado con cacahuate, jamaica y frutales (Herrera, 2013). Las prácticas agrícolas difieren después de la plantación ya que los agaveros que intercalan cultivos realizan un número mayor de labores, pero tienen también mayor productividad por diversificar cultivos.
Las principales desventajas que presentan los monocultivos (ACM) son: la vulnerabilidad alta de sistemas ecológicamente artificiales y genéticamente homogéneos frente al cambio climático, resiliencia baja a eventos climáticos extremos y susceptibilidad a plagas, carecen de biodiversidad y suelo biológicamente activo, ineficiente reciclaje de nutrientes y dependencia a insumos externos y un alto empleo de agroquímicos (Sevilla y Soler, 2010; Altieri y Toledo, 2011; Gliessman, 2013).
Los impactos ambientales negativos identificados de ACM sobre todo en cultivos industriales, son: contaminación, agotamiento de fuentes de agua, incidencia en la desertificación de suelos y deforestación.
Por otra parte, González (2011) menciona que grandes superficies de agave se han deteriorado y abandonado de forma intencional con el objetivo de inducir un cambio de cultivo, principalmente al maíz. Por lo tanto, es recomendable evitar el monocultivo y promover la pluriactividad productiva del agave; es decir, la diversificación de actividades como la ganadería, turismo, introducción de especies de agaves nativas y cultivos intercalados.
La diversidad de actividades puede contribuir a mejorar los ingresos y la disponibilidad de alimentos de los agaveros y sus familias del municipio de Tequila y minimizar la dependencia del cultivo de agave azul. Ellos intercalan el agave principalmente con otros cultivos como maíz, frijol, calabaza, cacahuate y frutales (Valenzuela, 2003; Gómez, 2012). En el mismo sentido, Armbrecht (2009) señala que los policultivos se caracterizan por: la diversificación productiva, el uso de tecnologías ecológicas, mayores rendimientos, reducción del daño por plagas y maleza y mejorar la eficiencia del uso de agua, energía, luz y nutrientes porque las diferentes especies de plantas se ubican en diferentes alturas, doseles y necesidades, también tienen una mejor eficiencia edáfica (Yahuza, 2011). De esta manera, los policultivos presentan mejores condiciones agrícolas y ambientales que los monocultivos.
Con base en lo anterior, se estudió el sistema de producción de Agave tequilana bajo un enfoque agroecológico que posibilita un análisis de la sustentabilidad de los agroecosistemas. Bajo estas premisas, se identificaron ocho prácticas agroecológicas: 1) intercalado de cultivos (policultivo); 2) incorporación de materia orgánica al suelo por pastoreo de ganado; 3) plantación de agave en curvas a nivel; 4) obras de conservación de suelo y agua; 5) de cultivos; 6) descanso de tierras; 7) escalonado de las edades de las plantas de agave (escalonado es el termino local para diversificar las edades de las plantas de agave); y 8) disminución de la aplicación de herbicidas. Se asume que la realización de un mayor número de prácticas de este tipo fortalece la sustentabilidad del agrosistema.
El objetivo del presente estudio fue comparar las formas de manejo del sistema agrícola de agave: el agrosistema tradicional con policultivo (ATP) de lomeríos y zonas planas y el agrosistema convencional con monocultivo (ACM) de laderas y predios sin pendiente para identificar las prácticas agroecológicas tendientes a la sustentabilidad, así como conocer la percepción de los productores respecto al manejo ecológico en las plantaciones agaveras.
Materiales y métodos
Área de estudio
El estudio se realizó en el municipio de Tequila localizado en el estado de Jalisco, México. Tiene una altitud entre 500 y 2 900 m, los principales climas son: cálido subhúmedo y semicálido, la temperatura oscila entre 14 y 26 °C, con una precipitación de 700-1 100 mm anuales y suelos dominantes Leptosol y Luvisol. El municipio es tercer lugar en superficie de agave a nivel estatal, con 4 720 ha de agave en 2015.
Técnicas de investigación
Se aplicó una encuesta a los agaveros del municipio de Tequila que practican dos agrosistemas: a) agrosistema tradicional con policultivo (ATP) y b) agrosistema convencional con monocultivo (ACM). Las características de los predios fueron: a) plantación de Agave tequilana Weber var. azul; b) plantas con edades de más de un año; c) plantaciones con policultivos; y d) plantaciones con monocultivo. La población de agaveros en el municipio de Tequila fue de 101, de la cual se calculó el tamaño de muestra con una confiabilidad de 95% y una precisión de 10%, resultando 49.21≈ 50 productores. La muestra se distribuyó en 25 agaveros que practicaban el ATP y 25 el ACM.
Los datos se analizaron con el programa Statistical Package for Social Science (SPSS). Se realizaron pruebas estadísticas
paramétricas (prueba t Student para datos relacionados de muestras dependientes) y no paramétricas (U Mann-Whitney para dos muestras independientes, tablas de contingencia y coeficiente de correlación) para medir y comparar las prácticas agroecológicas realizadas en dos tipos de manejo: agrosistema convencional con monocultivo (ACM) y agrosistema tradicional con policultivo (ATP).
Indicadores y prácticas agroecológicas
Se emplearon los indicadores de prácticas agroecológicas de acuerdo con, que proponen cinco principios ecológicos para el diseño y el manejo de agroecosistemas sustentables: 1) asegurar condiciones edáficas principalmente aportación de materia orgánica; 2) optimizar y equilibrar la disponibilidad y el flujo de nutrientes, especialmente mediante la fijación de nitrógeno, y el uso complementario de fertilizantes externos; 3) reducir al mínimo las pérdidas a través de prácticas con conservación de suelo y agua; 4) optimizar el control de plagas y enfermedades; y 5) sinergia de uso de recursos genéticos, combinación en sistemas agrícolas integrados con un alto grado de diversidad funcional.
Propone algo más específico que es un índice de manejo agronómico (IMA) compuesto por cinco indicadores: 1) número de prácticas que permiten la diversificación de especies; 2) cantidad de materia orgánica en el suelo; 3) número de prácticas que aprovisionan condiciones edáficas óptimas; 4) tipo de manejo de control de plagas y enfermedades; y 5) tipo de control de maleza. Estos suponen que entre mayor sea el valor de IMA el ecosistema tiende a ser más sustentable, dado que las prácticas agroecológicas que se utilizan son amigables con el medio ambiente, son más accesibles económicamente, son socialmente incluyentes porque las prácticas involucran más al productor con el agroecosistema.
Basado en las propuestas metodológicas anteriores, en el presente estudio se consideraron ocho prácticas agroecológicas: 1) intercalado de cultivos (policultivo); 2) incorporación de materia orgánica al suelo por pastoreo de ganado; 3) plantación de agave en curvas a nivel; 4) obras de conservación de suelo y agua; 5) rotación de cultivos; 6) descanso de tierras; 7) escalonado de las edades de las plantas de agave; y 8) disminución de la aplicación de herbicidas. Se generó un índice de prácticas agroecológicas en Agave tequilana (IPAAT) basado en el número de prácticas agroecológicas aplicadas por los productores a sus plantaciones de agave. Los valores del IPAAT fueron los siguientes: nulo= 0 prácticas, bajo= 1-2 prácticas, medio= 3 -4 prácticas, alto= 5 prácticas, muy alto= 6-7 prácticas y excelente= 8 prácticas. La encuesta también incluyó la percepción de los productores sobre las razones y beneficios de realizar prácticas agroecológicas en las plantaciones de agave.
Resultados y discusión
El número de predios por productor agavero oscila entre uno hasta cuatro, con promedio de 1.74. El número promedio de predios por productor en el ATP es de 1.56 y en el ACM 1.92 y en superficie es de 6.3 ha en ACM y 4.68 en ATP, diferencia de 1.62 ha, se aplicó una prueba de t (t= 1.359; p= 0.182) y no se encontró diferencia significativa, aunque los productores del ACM poseen mayor extensión de tierra. Respecto al número de predios por productor que se destina al intercalado es de 1.5, y la superficie de intercalado por ha cultivada fluctúa entre 0.25 hasta 0.5, en la cual el agave se intercala con maíz, frijol, cacahuate y frutales.
La superficie y número de predios muestra que son pequeñas unidades y productores de baja escala productiva para el cultivo de Agave tequilana Weber var. azul. Se realizó una correlación para determinar la relación entre la superficie intercalada con tipo de manejo de sistema (r= 0.928; p= 0). La relación entre la superficie intercalada con tipo de manejo de sistema indica que es significativo; es decir, las superficies son significativamente más grandes en monocultivo que en policultivo.
Prácticas agroecológicas en los ATP y ACM
Las prácticas agroecológicas analizadas en el presente estudio para ATP y ACM son: 1) intercalado de cultivos (policultivo); 2) incorporación de materia orgánica al suelo por pastoreo de ganado; 3) plantación de agave en curvas a nivel; 4) obras de conservación de suelo y agua; 5) rotación de cultivos; 6) descanso de tierras; 7) escalonado de las edades de las plantas de agave; y 8) disminución de la aplicación de herbicidas.
Intercalado de cultivos (policultivo)
Esta práctica es exclusiva del ATP, 44% intercala agave con maíz y frijol; 24% intercala sólo con maíz; 8% cultiva una mezcla de frijol y cacahuate; otro 8% cultiva maíz, frijol y cacahuate; mientras que 4% sólo con intercala agave con cacahuate; un porcentaje igual con frutales como limón, aguacate y ciruelo; y 8% intercala maíz, cacahuate y frutales (Figura 1a y 1b). refiere que la mayoría de los productores opinan que introducir cultivos como el maíz en sus plantaciones origina competencia por nutrientes y en una opinión contraria algunos productores señalan que la fertilización y medidas sanitarias aplicadas en maíz, cacahuate o frijol, son útiles y les permite obtener un ingreso adicional.
Los productores discrepan respecto a la finalidad del intercalado, no obstante, es importante señalar que aun los productores del ACM tienen una opinión positiva y hasta prefieren el intercalado, pero la presión de las industrias tequileras los obliga a mantener el monocultivo. La principal razón para intercalar maíz es obtener alimento para el ganado y consumo humano (28%), otro porcentaje sólo cultiva productos para alimento humano (20%) y 16% alimento exclusivo para el ganado. En todos los casos, los agaveros argumentan que sólo se intercala los primeros años del cultivo (tres a cuatro), posteriormente dificulta hacer las labores. De acuerdo con los cultivos intercalados son pertinentes cuando estos son de ciclo corto, leguminosas y que se cosechen a tiempo.
Incorporación de materia orgánica al suelo por pastoreo de ganado
Los productores manifiestan la pertinencia del uso pastoril en sus predios porque esta práctica tiene tres propósitos: a) reducción de la maleza a través de alimentar al ganado; b) abonar biológicamente las plantaciones; y c) reducción de la compra de pastura.
En el ACM, 40% (10 agaveros) introducen ganado en sus predios, de los cuales 32% realizan rotación de una plantación a otra y 8% lo hacen de forma estacional o diferida antes de la época de secas. Por su parte, 60% de los productores en ATP pastorean su ganado (48% rotacional y 12% continuo).
Los meses destinados al pastoreo del ganado son después del temporal de lluvias y especialmente cuando se intercalaron otros cultivos en las plantaciones de agave. Se realiza el libre pastoreo a partir del tercer año del ciclo de vida del agave, ya que la planta tiene mayor vigor y por lo tanto es menos vulnerable al daño por el ganado. Introducen de 3 hasta 18 unidades de animal por ha, el promedio es de 7.64 cabezas. Pastorean entre uno hasta los siete años del total del ciclo biológico, en promedio 3.66 en el ATP y 4.2 años en el ACM.
Los meses libres de ganado durante el ciclo productivo en la plantación oscila entre uno y 34 meses, la media es de 4.14 meses. En el ACM la media es de 6.4 meses mientras que en el ATP de 2.6 meses.
Existen opiniones contradictorias de los productores sobre esta práctica, por un lado, algunos mencionan que el pastoreo de ganado es necesario para remover la tierra, abonar el suelo, controlar herbáceas y evitar las plagas, coincidiendo con Moreno et al. (2011); Hernández (2014). Por otro lado, hay productores que no pastorean ganado en las plantaciones de agave por considerar que es perjudicial para el cultivo y el suelo. La mitad de ellos (50%) no realizan esta práctica porque retarda el crecimiento del agave y decrece la calidad, compacta el suelo, dañan las plantas y recién plantado el hijuelo es arrancado por el ganado, en acuerdo con lo dicho por García y López (2009). Algunos agaveros puntualizan que el empleo de ganado bovino es agresivo para las plantaciones, debido a que mordisquean las plantas madre o en su caso cuando son pequeñas (uno a tres años) las arrancan desde raíz y lo mismo hacen con los hijuelos, ocasionado daño y por ende pérdidas. Por estos motivos recomiendan el empleo de remudas (caballos, mulas y machos), ya que han observado ser menos dañinos a las plantas de agave.
Plantación de agave en curvas a nivel
La plantación en curvas a nivel es una práctica realizada por las grandes destiladoras y se ha difundido entre los pequeños productores. A pesar de que se sugiere plantar hileras en curvas a nivel para reducir la pérdida de suelo en niveles tolerables, esta práctica agroecológica es poco usada, solo 24% de los productores aplican este método en igual proporción entre ACM y ATP; es decir, 12% para cada sistema. En el ACM se realiza cuando la pendiente es ligera y plana y en el ATP cuando la pendiente es de moderada a plana. Las curvas a nivel están relacionadas con las obras de conservación de suelo y agua, no obstante, los agaveros realizan en mayor porcentaje obras de conservación y no curvas a nivel en sus predios.
En las tierras donde no se usa esta práctica se debe al esquema tradicional de cultivo, habituado a sembrarse en hileras. Por otro lado, indicaron que cuando existen terrenos en “ceboruco” (tierra de lomeríos erosionados) es recomendable. En la presente investigación en Tequila se encontró que únicamente 12 de 40 agaveros efectúan curvas a nivel en comparación con las obras de conservación. Rodríguez et al. (2005) indican que el sistema de cultivo de maíz criollo mejorado intercalado con agave mezcalero bajo el sistema de curvas de nivel y muros vivos, es factible para áreas que no cuentan con agua para riego en lomeríos degradados.
Obras de conservación de suelo y agua
Estudios realizados por Guevara et al. (2012) en agave concluyen que el desconocimiento del manejo (cultural y agronómico) del cultivo y de las regiones óptimas para el agave, se ha favorecido al proceso de degradación de suelos. Algunas estrategias propuestas para reducir la erosión son: 1) prácticas de conservación de suelo en tierras con pendientes de 5% o superiores, tales como: a) disminuir al mínimo el uso de implementos agrícolas; b) no emplear agroquímicos y c) limpieza y deshierbes de los cultivos de manera manual; y 2) evitar la eliminación parcial o total de la vegetación natural.
El porcentaje de productores que realizan estas prácticas de conservación es alto (80%). Entre éstas se encuentran: obras de conservación de suelo y agua (34%) (Construcciones de piedra, calzadas, presas, cadenas, costales de piedra o tierra y muros con piedras sueltas); juntar la “basura” (hojarasca y ramas) y la colocan por la orilla; construcción zanjas, bordos de tierra, cercas y mamposteos. Cabe señalar, que en el ATP se construyen con mayor frecuencia obras de conservación (58.82%) comparado con los ACM. La prueba de t (t= 2.359; p= 0.022) indicó que existe diferencia estadística entre ambos manejos.
Rotación de cultivos
Las rotaciones de cultivos incrementan los rendimientos, adicionan materia orgánica al suelo y por ende elevan la fertilidad. Es recomendable una rotación de diferentes especies y necesidades nutricionales, como es el caso del frijol y el maíz, que son cultivos que más rotan los agaveros (44%) . Se realizan más rotaciones en el ATP (30%) que en el ACM (14%). Los motivos para realizar las rotaciones son: 34% de los agaveros señalaron que es para descasar la tierra, evitar el desgaste de nutrientes, ablandar y “vitaminar” los suelos y 8% lo hacern para cambiar la semilla ya que mejora la producción y nutre al suelo. La adición de nitrógeno se logra con la rotación de cultivos con legumbres, suprime los insectos, las plagas y las enfermedades al romper efectivamente el ciclo de vida de las plagas y la ausencia de estas elimina los mecanismos fundamentales de autorregulación (Altieri, 2009).
Descanso de tierras
Este tipo de práctica permite mejorar las condiciones del suelo en las plantaciones por un mejoramiento de la fertilidad y microbiota (Sivila y Angulo, 2006). Cuando un terreno se cultiva sin descanso no se le da tiempo al suelo de recuperar parte de la fertilidad natural necesaria para el crecimiento y desarrollo de las plantas. El 78% de agaveros realiza este tipo de práctica, que se distribuyen 36% productores en ACM y 42% corresponden al ATP. La mayoría de los productores indicó que esta práctica es fundamental en la recuperación de los suelos. El lapso de descanso del suelo varía entre uno y dos años con una media de 1.48.
Escalonado de las edades de las plantas de agave
El escalonado es una estrategia ante la posibilidad de pérdida total o reducción de la producción y para el mantenimiento de las plantaciones agaveras. En el municipio de Tequila, Jalisco los productores agaveros tienen plantaciones con diversas edades para tener producción continua todos los años, aunque lo más recurrente es que tengan plantaciones con diferencias de dos años. El ciclo vegetativo de la planta del agave dura en promedio 7 años, permitiendo esta práctica. Por ello, 48% de los productores realiza el escalonado de las edades de las plantaciones, de los cuales 30% son productores de ATP y el resto de ACM.
Los agaveros tienen en promedio 5.2 años empleando la diversificación de edades en sus plantaciones, aunque tuvieron dos casos de productores que tienen 20 años escalonando. Esta actividad es una práctica de incorporación reciente al agrosistema. Respecto al promedio de años escalonando en el ATP fue de 4.2 años y el ACM llegó a 6.7 años.
Disminución de la aplicación de herbicidas
Los productores realizan las siguientes prácticas que ayudan a disminuir significativamente el uso de herbicidas: 1) agroecológicas: control manual de maleza, pastoreo libre de ganado y elaboración de insumos orgánicos; y agroindustriales: dosificaciones exactas o mínimas de herbicidas para reducir los costos (en base a recomendaciones del proveedor) y la compra colectiva. Más de la mitad de los productores optan por el control manual para disminuir el costo y la dependencia de los herbicidas, de los cuales 38% son del ATP y 30% del ACM. El uso adecuado de dosis de herbicidas fue sólo recurrente en el ACM.
Índice de prácticas agroecológicas en Agave tequilana (IPAAT)
El análisis descriptivo de las prácticas agroecológicas se complementó con la realización de las pruebas de t Student para el conjunto de prácticas agroecológicas. Se realizó la prueba de U Mann Whitney para conocer las semejanzas entre las distintas prácticas y se encontró que en las rotaciones e intercalado de cultivos entre ambos agroecosistemas presentan diferencias estadísticas significativas (Cuadro 1).
Se generó un índice de prácticas agroecológicas en Agave tequilana (IPAAT) con base en el número de prácticas agroecológicas realizadas por los productores del ATP y del ACM, como puede observarse en el Cuadro 2. Los productores se concentraron entre los niveles medio y muy alto porque realizan de tres a siete prácticas agroecológicas por unidad de superficie (ha).
La mayor parte de los productores del ATP (72%) se concentraron entre los niveles alto y muy alto. El número promedio de prácticas del ATP fue de 5.52 prácticas que se clasifica en el nivel de IPAAT muy alto. En tanto que la mayor parte de los productores del ACM se concentraron en el nivel medio. El promedio del número de prácticas agroecológicas del ACM fue de 3.32, que se clasifica con un nivel medio de IPAAT. La diferencia entre ambos sistemas es de 2.2 prácticas en promedio. En el Cuadro 2 es apreciable la ausencia de valor excelente en el ACM, de igual forma de productores en ATP con valor nulo. Esto significa que aun en los monocultivos de agave se realizan algunas prácticas que pueden considerarse agroecológicas. Se aplicó prueba de t Student (t= -0.5292; p= 0) mostrando que hay diferencia estadística.
Conclusiones
Se identificaron 8 prácticas agroecológicas para comparar dos tipos de manejo del agroecosistema de Agave tequilana Weber var. azul: agroecosistema tradicional con policultivo (ATP) y el agroecosistema convencional con monocultivo (ACM). Se generó un índice de prácticas agroecológicas en Agave tequilana (IPAAT) basado en el número de prácticas realizadas por los productores de agave. Basándose en el IPAAT, se concluye que en el ATP se realizan más prácticas agroecológicas que en el ACM, por lo que se infiere que el ATP tiende a ser más sustentable que el ACM.
Las rotaciones y la diversificación de cultivos fueron las prácticas con las diferencias más significativas entre el ATP y el ACM. Las obras de conservación de suelo y agua y el descanso de tierras fueron las más recurrentes en ambos sistemas. La práctica agroecológica de mayor importancia fue el intercalado del Agave tequilana Weber var. azul con cultivos anuales como el maíz, frijol y cacahuate, no sólo por el número de productores que la realizaron sino porque esta práctica implica un manejo de las plantaciones diferente bajo el sistema ATP respecto al ACM.
El ATP está más ligado a sistemas de cultivo tradicionales para la subsistencia de los agaveros y el ACM al control del sistema de cultivo ejercido por las industrias tequileras. CO